Casi sin darnos cuenta ya acabó el primero de los turnos de este año, en primer lugar, agradecer enormemente la confianza de las familias, y a los acampados todo lo que han dejado aquí al marcharse, la alegría, su cariño, su ilusión, sus risas y toda su frescura y espontaneidad, nos han llegado al corazón y una vez más, son la razón de la existencia del campamento.
A los mayores, gracias, estamos orgullosos, porque realmente sois ejemplo y garantía para el futuro.
Y lo que tenemos claro, las maletas de todos vuelven mucho más cargadas de lo que llegaron, se llevan de aquí parte de nosotros, del sentimiento que es el campamento y sobre todo, de aquello que los monitores intentamos compartir, y que hemos recibido a lo largo de los años, devolviendo al menos parte de lo aprendido y lo vivido.
De nuevo, todo el equipo del turno ha dejado claro que son el ejemplo de la formación integral de la compañía, hombres y mujeres para los demás.
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